
Salir de la adicción jerárquica, poner en el centro la vida
Santiago Martín Barajas, Ecologistas en Acción. El Ecologista nº 57
Durante la mayor parte del siglo XX, en la política española en materia de agua ha primado un enfoque de oferta: su objetivo fundamental era incrementar los recursos hídricos disponibles, con independencia de su utilización posterior. Es decir, la política de aguas ha sido fundamentalmente una política de obras hidráulicas, construyéndose cientos de grandes embalses a lo largo de nuestra geografía, así como varios trasvases, siendo el Tajo-Segura el de mayor entidad.
A nadie se le escapa que esta construcción masiva de obras hidráulicas –más de 1.000 grandes embalses–, acarreó tremendas consecuencias, tanto ambientales como sociales. Sin ir más lejos, la eliminación de más de 1.000 valles, pues todo aquello que queda dentro del vaso de un embalse se pierde para siempre. Así, desaparecieron bajo las aguas numerosas áreas de gran valor natural, importantes restos de interés histórico y arqueológico, decenas de iglesias románicas, ciudades romanas y medievales, y un largo etcétera. Y, desde luego, la tragedia humana que supone la desaparición de medio millar de pueblos.
Otra consecuencia de esta política de aumento constante de la oferta ha sido la baja eficiencia en la utilización del agua, con grandes pérdidas en las redes de distribución, tanto en la agricultura como en el abastecimiento urbano, así como el empleo mayoritario de técnicas de riego ineficientes.
A finales del siglo pasado, con la aprobación en 1985 de la actual Ley de Aguas, está política hidráulica dio síntomas de empezar a evolucionar. Sin embargo, no fue hasta 1992, en pleno periodo de sequía, al presentar el Gobierno socialista de entonces una propuesta de Plan Hidrológico Nacional, cuando realmente salta el debate del agua a la opinión pública española. En aquellas fechas, el país llevaba ya más de 15 años de democracia, existían movimientos sociales organizados, y una parte importante de la población no estaba dispuesta a seguir soportando que se le impusiera una política hidráulica tan insostenible. Así, el Plan Hidrológico –que contemplaba la construcción de 273 nuevos embalses y 14 trasvases entre cuencas– recibió un fuerte rechazo social y no consiguió ser aprobado.
Una parte importante de esta oposición fue liderada por las organizaciones ecologistas, que desde siempre han venido apostando por una política y gestión del agua alternativas, en las que predomine el enfoque de demanda. Se defiende, pues, el incremento de la eficiencia, el abandono de la construcción de grandes infraestructuras hidráulicas, y se apuesta por el ahorro, la reducción de las pérdidas en la redes de distribución, la potenciación de técnicas de riego mas eficientes, etc.
En el año 2000, el Gobierno del Partido Popular presentó una nueva propuesta de Plan Hidrológico Nacional, con cambios sustanciales en relación al de 1992, en el que la mayor inversión económica iba destinada a la modernización de regadíos, para disminuir las pérdidas en las redes y promover técnicas de riego más eficientes. Además, se empezaba a considerar a los ríos como ecosistemas fluviales, no como simples colectores de agua como hasta entonces. Pero este nuevo Plan también contemplaba la construcción de un centenar de nuevos embalses y dos trasvases. El proyecto tuvo también una fuerte oposición social por su parte continuista con la política hidráulica tradicional, produciéndose importantes tensiones entre Comunidades Autónomas. A pesar de ello, el Plan fue aprobado por el Parlamento.
Ya en 2004, el nuevo Gobierno socialista modificó el Plan Hidrológico Nacional, derogando la construcción de los dos trasvases. El Ministerio de Medio Ambiente desestimó la construcción de una gran parte de los embalses previstos, continuó con la política de modernización de regadíos, con la consideración de los ríos como ecosistemas a conservar e inició una apuesta importante por la reutilización de aguas residuales depuradas. Asimismo, se promovió la construcción de un buen número de desaladoras en la costa mediterránea.
Situación actual: avances insuficientes
Como hemos visto, la evolución que se ha producido en la gestión del agua en nuestro país en los últimos 15 años ha sido muy rápida e importante: las principales reclamaciones que en 1992 hacíamos las organizaciones ecologistas conforman hoy una buena parte de la política de aguas gubernamental. Dicho esto, la realidad es que el sistema hídrico español resulta cada vez más insostenible desde el punto de vista ambiental. Bien es cierto que se ha hecho un esfuerzo importante por incrementar la eficiencia en la utilización del agua, tanto en la agricultura como en el abastecimiento urbano. Sin embargo, esos ahorros han sido invertidos en su práctica totalidad en abastecer nuevas demandas de ambos sectores.
Efectivamente, el sector agrario, y muy especialmente el inmobiliario, siguen incrementando sus demandas de agua, sobre todo en la costa mediterránea, donde es mayor la escasez. En muchos casos, el agua que se prevé obtener en modernizaciones de regadío que todavía no se han ejecutado, está siendo ya objeto de disputa por nuevos usuarios e incluso entre gobiernos autonómicos, ¡sin contar todavía con ese recurso!
Por el contrario, los recursos hídricos disponibles se están viendo mermados de manera importante en los últimos años. Según los datos obtenidos en las estaciones de aforos de los ríos dependientes del Ministerio de Medio Ambiente, las aportaciones a los cauces se han reducido entre 1996 y 2005 un 15%, con respecto a los valores medios obtenidos en el periodo 1940-1995 [1].
Aunque no se conocen con certeza las causas de estas reducciones en las aportaciones de agua a los cauces, todo apunta a un cúmulo de motivos, entre los que se encuentra la cada vez mayor sobreexplotación de los acuíferos, que detrae agua de los cauces, y sobre todo el cambio climático, en especial la subida de las temperaturas, lo que a su vez incrementa la evaporación, reduciendo la escorrentía [2].
En definitiva, y a pesar de la indudable mejora que se ha producido en la gestión del agua en los últimos años, nos encontramos con que las demandas siguen creciendo a la vez que los recursos hídricos se reducen, lo que nos conduce a una situación de cada vez mayor insostenibilidad, tanto ambiental, como social y económica.
Desde el Ministerio de Medio Ambiente se ha apostado también por la desalación de agua de mar como solución para paliar esta situación, o al menos para retrasar el colapso hídrico al que nos dirigimos. Las desaladoras existentes tienen ya capacidad para producir 200 hm3 anuales de agua desalada, y con las que están en construcción se llegará hasta los 700 hm3.
La construcción de las desaladoras ha tenido un curioso efecto colateral positivo, que está contribuyendo a racionalizar el consumo de agua en la costa mediterránea. Efectivamente, las reclamaciones desde el sector agrario de más recursos hídricos se han visto reducidas de manera ostensible, pues corren el riesgo de ver satisfecha su demanda con agua procedente de una desaladora, que hay que pagar a 0,5-0,6 €/m3, algo que cuenta con el rechazo masivo de este sector, acostumbrado a no pagar el agua o hacerlo muy por debajo de sus costes ambientales y de producción. Como prueba de ello nos encontramos con que durante 2007, las desaladoras ya operativas tan sólo han funcionado de media al 25-30% de su capacidad, debido sobre todo a esa falta de demanda.
No obstante, la desalación de agua de mar no es ni mucho menos la solución, pues conlleva unos daños ambientales y sociales muy relevantes. Por una parte están los vertidos de salmuera, problema todavía no bien solucionado, que afecta a las praderas de posidonia, una fanerógama fundamental en el Mediterráneo para la conservación y el desarrollo de la fauna ictícola. Por otra parte, la desalación requiere un consumo energético importante, que provoca emisiones de CO2 responsables del cambio climático, que a su vez causa en buena medida la reducción de los recursos hídricos en España. Finalmente, contribuye a consolidar un modelo de desarrollo fuertemente insostenible en la costa mediterránea, que está consumiendo la totalidad de sus recursos naturales propios, y que hasta para un recurso tan vital como es el agua dependería de la disponibilidad de electricidad.
Por todo ello, las desaladoras tan sólo sirven para poder paliar o incluso solucionar, con carácter temporal, los efectos de una sequía, evitando que se produzcan restricciones al abastecimiento urbano, pero nada más. En ningún caso, ni siquiera parte del abastecimiento normal de agua a una población, debería depender de las desaladoras, salvo si acaso en los archipiélagos y cuando los recursos propios renovables no sean suficientes para satisfacer las necesidades de la población residente.
La gestión del agua ¿en manos del regadío?
En lo que a la gestión del agua se refiere, el futuro no se presenta muy alentador: las mejoras en la gestión que se han producido tan sólo están consiguiendo retrasar el colapso hídrico al que nos dirigimos, pues la situación sigue agravándose. Además, todo parece indicar que la reciente remodelación ministerial va a empeorar el problema, por cuanto se ha producido la fusión del Ministerio de Medio Ambiente con el de Agricultura, cesando a los principales responsables del primero, y poniendo al frente del nuevo a los que han dirigido la política agraria en los últimos años. Estos hechos han sido aplaudidos por una gran parte del sector de regantes, pues consideran, y posiblemente con razón, que van a poder influir mucho más en la gestión del agua.
No hay que olvidar que el Ministerio de Agricultura se ha caracterizado siempre por ser muy corporativo, velando únicamente por el interés del sector agrario, con independencia del signo político del gobierno de cada momento. La entrega de la gestión del agua, un bien propiedad de todos ciudadanos, a este Ministerio, ha sido un acto de irresponsabilidad, que trunca la mejora de la gestión que se ha estado produciendo en los últimos 15 años en España, y cuyas consecuencias vamos a sufrir el conjunto de la sociedad.
Las primeras víctimas de esta nueva situación serán los caudales ambientales, pues todavía predomina en el sector agrario la idea de que los ríos deben dejar de tirar agua al mar. Es muy posible que se potencie de nuevo la construcción de grandes embalses y trasvases, con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. También es previsible que se acentúe la sobreexplotación de los acuíferos, pues no hay que olvidar la demanda del sector agrario de legalizar el más de medio millón de pozos ilegales que hay en nuestro país, que además ha contado con el apoyo explícito de las consejerías de agricultura de algunas CC AA.
Por último, es también previsible que esta nueva situación ponga en peligro el abastecimiento de agua a poblaciones. Para garantizar el abastecimiento urbano, el Ministerio de Medio Ambiente, desde hace tres años, cuando todavía no era tan evidente la situación de sequía, empezó a reducir el volumen de agua destinado al regadío, lo que suscitó el rechazo entre los regantes. Sin embargo, gracias a esas medidas, ninguna de las poblaciones que se ubican en cuencas hidrográficas dependientes del Estado sufren actualmente problemas de abastecimiento.
Pero mucho nos tememos que el nuevo Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino no esté dispuesto a mantener estas medidas tan impopulares dentro del sector agrario, lo que nos puede abocar a restricciones al abastecimiento a poblaciones en situaciones de sequía. Así, podrían volver a darse situaciones como a principios de los noventa en Sevilla, cuando más de un millón de habitantes sufrieron restricciones y cortes de agua prácticamente a la vez que las comenzaba a soportar el regadío. En algunas poblaciones de la costa mediterránea, incluso había restricciones y cortes de agua en el abastecimiento urbano, mientras se seguían regando los cítricos por inundación.
La solución: decrecimiento
La experiencia de los últimos 15 años, en los que a pesar de la mejora que se ha producido en la gestión del agua el grado de insostenibilidad cada vez es mayor, nos demuestra que es necesario adoptar nuevas medidas. Como se ha señalado, el incremento en la eficiencia en la utilización del agua es insuficiente para alcanzar un cierto grado de sostenibilidad, pues los recursos liberados son inmediatamente absorbidos por nuevas demandas, incluso antes de haberse generado. Parece evidente, pues, que la solución pasa no sólo por frenar el crecimiento de la demanda, sino por proceder a su reducción sobre los niveles actuales. La recuperación de un cierto reequilibrio hídrico en una buena parte de las cuencas hidrográficas de nuestro país obliga a reducir la actual superficie de regadío, llevándola a un máximo de tres millones de hectáreas regadas para el conjunto del Estado, abandonando por tanto varios cientos de miles de hectáreas de regadío actuales.
A pesar del gran crecimiento del consumo de agua experimentado por el sector inmobiliario en los últimos años, ligado a su espectacular desarrollo, sigue siendo el sector agrario el principal y gran consumidor de agua. Esto es así gracias al bajo precio del agua para la agricultura, que en muchos casos es prácticamente gratis o no refleja sus costes de obtención, y jamás los costes ambientales.
En la actualidad la agricultura consume el 80% del agua, cifra que en realidad es mayor, dado que los retornos de agua del regadío a los cauces y acuíferos es de tan sólo un 10%, mientras que los retornos del abastecimiento urbano se sitúan alrededor del 80%, si bien en los nuevos desarrollos urbanísticos ligados al sector turístico este retorno ha bajado al 50%.
Es nuestro país resulta perentorio, por motivos de viabilidad y sostenibilidad ambiental, llevar a cabo una importante reconversión en el regadío que, cuanto más tarde en iniciarse, más traumática va a resultar. Por una parte, está el precio de agua para el riego agrícola como gran asignatura pendiente de la gestión hídrica española. De acuerdo con lo establecido en la Directiva Europea Marco de Agua, el precio del agua tendría que contemplar tanto los costes de obtención como los ambientales, lo que produciría el abandono de una parte del regadío existente. Por otra parte, las Administraciones deben reducir los recursos hídricos destinados a la agricultura, favoreciendo al abandono de una parte del regadío, o disminuyendo las dosis actuales, extensificando la producción. Asimismo, es necesario establecer ayudas públicas para favorecer este abandono del regadío y paliar sus efectos sociales.
A la vez, debería frenarse el desarrollo inmobiliario, lo que en parte parece que está consiguiendo la actual crisis del sector de la construcción, no sólo por el consumo de agua que conlleva, sino también por el de otros recursos naturales.
La adopción de estas medidas acarrea repercusiones sociales importantes, que desde las instituciones hay que intentar paliar. Pero se debe tener en cuenta que son las únicas realmente eficaces para recuperar un cierto reequilibrio hídrico en un escenario como el actual, en el que la demanda se sigue incrementando a la vez que se reducen los recursos. En esta situación, la no adopción de estas medidas por parte del Gobierno constituye un acto de irresponsabilidad, puesto que la dinámica actual nos lleva a un colapso hídrico. En el escenario de colapso estas restricciones llegarán por sí solas de manera intensa y brusca, desatándose importantes luchas por el agua entre diferentes sectores y regiones, y con unas afecciones sociales, económicas y ambientales mucho peores que si la reconversión del regadío se iniciase ahora de forma progresiva.
Sin embargo, ni mucho menos parece ser ésta la voluntad del actual Gobierno, preocupado tan sólo por la recuperación de su popularidad en algunas de las regiones de la costa mediterránea, para lo que de manera irresponsable ha entregado la gestión del agua al sector agrario.
[1] Santiago M. Barajas, 2007: “Reducción de los recursos hídricos”, El Ecologista 55, invierno 2007/08. Esta reducción ha tenido lugar en todas las cuencas, aunque de forma desigual, siendo más drástica en la cuenca del Segura, próxima al 40%, y también en las del Guadiana, especialmente en su cabecera, Ebro y Cuencas Internas de Cataluña, que han perdido en tan sólo 10 años del orden de una quinta parte de sus recursos.
[2] Parece ser que las reducciones no son debidas tanto a la reducción de las lluvias, dado que en el periodo 1996-2005, tan sólo hubo un año considerado como de sequía.
Extraído de Reciclantes
KIKIRIPEDIA
POLÍTICA MIEDOAMBIENTAL: Dícese del tipo de política cuyas medidas adoptadas para preservar el medioambiente producen sensación de miedo.
SOSTEDIVINIDAD: Nombre de una diosa de reciente descubrimiento que, al parecer, nos inspira fórmulas mágicas para salvar el planeta, y que produce el curioso efecto de llenar la boca a todo el que pronuncia su nombre. Recomendamos encarecidamente que le encomienden sus oraciones para salvar el planeta.
EL PROTOCOLO DE VENDELAMOTO: Acuerdo internacional para seguir aumentando las emisiones de CO2 pareciendo que disminuyen, gracias a complicados manejos matemáticos.
MENTIBILIZACIÓN AMBIENTAL: Es lo que hacemos cuando hablamos largamente sobre temas medioambientales y luego seguimos poniendo en manos de otros nuestra responsabilidad con los residuos.
ALIMENTACIÓN DECOLÓGICA: Gama de productos con apariencia visual similar a la que ofrece la auténtica alimentación ecológica. Se caracteriza también por la creatividad en la utilización de infinidad de términos inexistentes pero sugerentes a la vez.
DESARROLLO SUSPENDIBLE: Se trata de un nuevo concepto de desarrollo que permite un visionado a largo plazo de los efectos de la política actual y de las dinámicas del consumidor medio.
DIGESTIÓN DE RESIDUOS: Es la que hacemos todos los días, después de comer alimentos con una cantidad de toxinas directamente proporcional a los residuos que no gestionamos.
DESARROLLO SOSPECHABLE: Quiere decir que aunque ahora nos veamos muy sorprendidos y alarmados por los efectos de nuestro desarrollo sobre el medio ambiente, el resultado no sólo era previsible, sino que viene siendo claramante anunciado desde los albores del siglo pasado.
PISOTÓN ECOLÓGICO: Proponemos una revisión del término porque la palabra huella suena demasiado sutil y etérea como para representar adecuadamente el efecto de la andadura del ser humano sobre la tierra.
TAPAMIENTO DE RESIDUOS: Dícese de una extendida forma de tratar los residuos que consiste en depositar capa tras capa y taparlos finalemente con una última capa de tierra con decoración auténticamente vegetal. Ésta última capa cumple la importante misión de neutralizar nuestra conciencia ambiental.
TENDENCIA DEL CONSUMADOR MEDIO: Se trata de una tendencia ampliamente extendida que consiste en hablar previamente de la necesidad globalizada de disminuir los residuos para ir posteriormente a consumir productos ni mínimamente necesarios. Esta última acción pretende y consigue equilibrar la angustia que produce esa primera concienciación.
Dedicado tanto a atuntamientos y jodiernos como a ciudavagos.
(Por Basurata Chan)
orain: 28 reciclantes from debolex films on Vimeo.
KLIMAFORUM10 CANCUN
Convocamos a los movimientos y organizaciones autónomas de indígenas, nómadas, campesinos, pescadores, trabajadores, mujeres, jóvenes, maestros, estudiantes, vecinos, activistas sociales, defensores de los animales, ecologistas, ambientalistas, profesionistas, jubilados, pensadores, científicos y ciudadanos en general, a participar en el Klimaforum10, que tendrá lugar en Cancún – Puerto Morelos, México, entre el 26 de noviembre y el 11 de diciembre de 2010, en paralelo a la celebración de la COP-16 de las Naciones Unidas.
CONTEXTO
Este año somos testigos de nuevas manifestaciones extremas del desastre climático, como las inundaciones en Pakistán que han matado a miles de personas, desplazando a más de 20 millones; en China, matando a 3,400 personas en solo un día y más de 12 millones de personas que han perdido sus hogares; 17 países registraron sus temperaturas máximas históricas; la ola de calor e incendios en Rusia, donde el pasado julio se documentaron, tras 130 años de registros, temperaturas máximas históricas; el 5 de agosto un satélite de la NASA detectó que una masa de hielo se desgajó del glaciar Petermann, al norte de Groenlandia, se trata de la mayor pérdida que ha sufrido el Ártico en 50 años. En México ha habido inundaciones catastróficas en más de 10 estados así como las desastrosas consecuencias del huracán Alex en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, que confirman la tendencia creciente a mayores eventos climáticos extremos.
LA INICIATIVA KLIMAFORUM10
Convencidos desde hace muchos años de la gravedad del cambio climático y de la falta de resultados de las cumbres gubernamentales frente a este problema, e invitados muy especialmente en 2009 por el Danish Board del Klimaforum09 para dar continuidad a esta exitosa iniciativa de Copenhague, movimientos de la base social mexicana decidimos organizar una cumbre ambientalista autónoma, sin influencias corporativas ni gubernamentales, en paralelo a la COP-16 de las Naciones Unidas. Los movimientos de la base social convocados por el Klimaforum10 dispondrán en Cancún de un espacio abierto a todos, donde puedan reunirse, debatir respuestas constructivas y encontrar consensos de acción internacional a la catástrofe climática; un espacio en el que salga enriquecida la sociedad. Ante la cumbre donde los gobiernos fracasan, los pueblos avanzan.
OBJETIVOS
ORGANIZACIÓN DEL KLIMAFORUM10
Los participantes pueden proponer la organización de charlas, talleres, mesas redondas, seminarios, foros, asambleas, encuentros, jornadas internacionales, actos culturales en el Klimaforum10, bajo la modalidad de actos auto convocados, por medio del registro de estas iniciativas en el sitio de internet o ante el Secretariado del Klimaforum10, que gestionará ante el Comité Organizador la programación más conveniente para las partes.
Otra forma de participación activa puede ser en mesas de trabajo, como en los siguientes ejes temáticos que sugerimos:
Estos son algunos de los temas sugeridos, participantes pueden registrar temas adicionales, la programación será confirmada por correo y comunicada por internet.
¿EN QUÉ ES DISTINTO EL KLIMAFORUM10?
Espacios para realizar actividades
El lugar
Una atmosfera en comunión con la naturaleza, un espacio seguro, hermoso, alejado del concepto urbano y consumista, ubicado en la ruta de los cenotes en Puerto Morelos, Quintana Roo, a solo 15 minutos del COP-16 y 30 minutos de Cancún. Leer mas…
EcoAldea Global
A solo unos pasos del centro de actividades se encuentra la EcoAldea Global, que incluye:
Minimización de la huella ecológica
La mayoría de las cumbres hasta hoy son dependientes de los servicios de hoteles restaurantes, taxis y camiones aunque de cara al paradigma actual seria incoherente que una cumbre que busca aliviar los problemas climáticos siguiera esta misma manera de proceder, especialmente si se considera el tamaño de la huella ecológica que un evento de esta magnitud ocasiona; por eso hemos buscado las mejores formas a nuestra disposición para poder minimizar nuestra huella ecológica. Entre ellas las carpas con ventilación dinámica, baños secos, sistemas de reciclaje, nuestra política de espacio libre de empaques, y libre de anuncios o productos multinacionales, la dieta vegetariana y sobre todo la capacidad de poder acampar a miles de personas a solo pasos del centro de actividades, evitando los transportes o emisiones innecesarias. Pero esto es solo una fracción de lo que podemos crear en conjunto, necesitamos la colaboración de todos para garantizar el buen desempeño de Klimaforum10.
LOS COMITÉS DEL KLIMAFORUM10
El Klimaforum10 ha tenido que enfrentar grandes obstáculos para lograr su celebración, desde que se conformó su primer Comité Promotor el 2 de febrero 2010, con representantes de pequeñas organizaciones de México. Constituye una expresión política auténtica de la base social mexicana, una lucha que defiende la voz de los pueblos en la conservación de la naturaleza.
En el mes de septiembre se constituyó ante notario público la Asociación Civil Klimaforum México A.C. con el objeto de transparentar los fondos que se reciban y su utilización. En el mismo acto, se creó el Comité Organizador del Klimaforum10.
NECESITAMOS DE TU COLABORACIÓN PARA QUE ESTO SUCEDA
El Comité Organizador del KF10 ha querido realizar este foro con plena autonomía política con ayuda de pequeñas organizaciones de la base social, por lo cual no está financiado por gobiernos, grandes empresas u ONGs corporativas las cuales suelen imponer sus agendas ocultas.
Esperamos, compañera/os que comprendan las grandes limitaciones económicas con las que estamos trabajando y que estén dispuestos a cubrir los costos de la organización de esta Cumbre Climátca de los Pueblos con el pago de la entrada de 5 dólares por el día a los vistitantes.
En caso de existir excedentes económicos, estos se destinarán a proyectos ecológicos, los cuales serán seleccionados por los participantes mediante una asamblea democrática general el 11 de Diciembre. Los lineamientos de esta asamblea se acordarán durante el evento mediante debates.
Estabilizar el clima es esencial para la sobrevivencia de todas las especies en la Tierra, se trata de un asunto de justicia intergeneracional. Personas de todo tipo deberían unirse para exigir soluciones efectivas que conserven la vida en la Tierra. Nosotros, los pueblos, tenemos la necesidad y la capacidad para resolver estos asuntos con comprensión, solidaridad y perseverancia. ¡Tenemos la posibilidad para crear un mundo distinto!
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¡Cambiemos el sistema - No el clima!
19 septiembre 2010
COMITÉ ORGANIZADOR KLIMAFORUM10
Adriana Matalonga, Eugenio Cabrera, Gabriela de la Vega, Jorge López, Kareen Kohn, Lucrecia Noemi Mazadiego, Miguel Angel Rosas, Miguel Valencia, Pedro Pliego y Raquel Rodríguez
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